Author: Xabi Otero
•12:11 PM

Una serpiente se retuerce de dolor bajo el implacable peso de un águila real que se halla encaramada sobre un nopal. En el año 1325, la profecía del dios Huitzilopochtli se había cumplido en la elevada meseta del Anáhuac (a 2240 m de altitud) ante los atónitos ojos de un pueblo nómada originario del norte de México: los aztecas. Según la tradición, un águila con una serpiente en el pico bajaría del cielo y se posaría encima de un cactus para indicar a ese pueblo emigrante dónde construir su ciudad.

En medio de una zona lacustre, en una isla de elevada altitud, se erigió la capital de los aztecas o mexicas: Tenochtitlán (la roca del cactus), actualmente Ciudad de México. Con motivo de los Juegos Olímpicos de 1968 en la capital mexicana, esta leyenda fue oficialmente reproducida sobre el escudo de armas de la bandera nacional. En 1821, durante la guerra de la Independencia conducida por Vicente Guerrero, las tres bandas verticales, reminiscencia de la bandera tricolor francesa, habrían simbolizado las "Tres Garantías" de una nueva república: verde para la independencia, blanco para el catolicismo y rojo para la unidad entre los pueblos de Europa y América. Otra interpretación más reciente atribuye el verde a la esperanza, el blanco a la pureza y a la unidad, y el rojo a la sangre derramada por los héroes de la patria.
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