Genética de la Población es el área de estudio de la genética que investiga no ya cómo funcionan los genes sino que observa las diferencias y similitudes entre la población, lo cual nos permite mirar atrás para tratar de descubrir cómo se han creado estos diseños genéticos y qué pistas nos dan sobre el pasado. Dan Bradley ha participado en un estudio sobre los orígenes genéticos de la población irlandesa, en el que se han descubierto vínculos estrechos con la genética de la población del suroeste europeo y, en particular, con los vascos.
¿Cuándo se llevó a cabo el estudio y cuál es la pregunta que pretendía responder?
Se inició hace unos diez años y las primeras conclusiones se publicaron en 2001 y 2004, pero es una investigación que continúa. En un principio, se ideó para que nos diera una primera imagen de configuración genética de la población de Irlanda. Hay varias formas de lograrlo, pero decidimos hacerlo investigando en primer lugar el cromosoma Y, que es el que pasa de padre a hijo (sólo varones). Hicimos una huella del cromosoma Y y, a partir de los resultados, los agrupamos en varias categorías. Las diferencias en el cromosoma Y son alteraciones genéticas que se repiten y nos permiten hacer un seguimiento histórico. También investigamos el denominado ADN mitocondriaco, que es transmitido por la madre a sus hijos e hijas. Estos dos estudios no nos dan siempre los mismos resultados en términos de población de origen; un ejemplo claro es el caso de Sudamérica, donde el estudio del cromosoma Y nos indica una influencia muy destacable de la Península ibérica, mientras que en el ADN mitocondriaco la influencia es más de carácter nativo. Evidentemente, estos resultados eran previsibles dada la historia de la región. También estudiamos otros elementos como, por ejemplo, los grupos sanguíneos o el RH de la sangre. Cuando se mira a todos estos elementos en su conjunto empieza a observarse una imagen que nos deja ver que, a lo largo de toda la costa atlántica de Europa -que incluye más o menos todas las áreas celtas y la zona pirenaica, incluyendo Euskal Herria- se producen amplias similitudes tanto en el cromosoma Y como en el ADN mitocondriaco y, hasta cierto punto, también en el de algunos grupos sanguíneos: por ejemplo, el grupo O. Debido a que se produce una repetición constante, esto significa que es muy improbable que sea un resultado erróneo, lo cual nos hace ver que hay ciertas similitudes en el área. Esto requiere una explicación y es muy difícil de descubrir cuál es la correcta, porque estamos mirando al pasado y no podemos volver a él. Pero hay algunas ideas. Una de ellas es que hace mucho tiempo, cuando surgieron las poblaciones celtas del oeste europeo, quizás esos pobladores procedían del sur del continente. La otra posibilidad es que, en la antigüedad, el mar no era visto como un impedimento para comunicarse, sino como una oportunidad. Si miramos al suroeste de Irlanda, su zona más accesible por mar es por el suroeste de la isla de Gran Bretaña, Bretaña y la bahía de Bizkaia.
¿De hace cuánto tiempo estamos hablando?
Si hablamos de la aparición de las poblaciones, serían unos 9.000 años; y si es de cuando surgió la agricultura, serían unos 6.000 años.
¿Cómo pudieron realizar el trayecto a través del Atlántico?
No tuvo que ser un contacto directo, sino a lo largo de la costa, de manera que toda la costa atlántica está comunicada. Puede ser a través de viajes cortos, que no tienen por qué haber sido realizados por los mismos individuos. Entonces tenemos estas dos teorías: una, que se remonta a la aparición de las poblaciones del oeste europeo, o la contraria, consecuencia de contactos posteriones. Es difícil saber cuál es la correcta, si bien mi opinión es que debe ser consecuencia de algo a gran escala, algo como la fundación de Europa.
Los medios de comunicación han presentado como resultado de la investigación que la población autóctona de Irlanda proviene de la costa norte de la Península ibérica...
Los primeros pobladores llegaron en barco. Es muy improbable que existiera una conexión terrestre con Gran Bretaña; por lo tanto, pudieron llegar por cualquiera de las regiones del suroeste de Europa. Es un hecho que desde el suroeste de Irlanda es más fácil llegar por vía marítima al continente que a muchas partes de Gran Bretaña, por lo tanto, no hay que sorprenderse por la existencia de esos contactos. Es difícil dar una explicación: los rasgos genéticos de Irlanda no son los mismos que los de Euskal Herria, pero eso es normal, porque la secuencia genética evoluciona y se entremezcla en el tiempo.
Existen estudios que miran a la genética de la isla vecina, tanto galeses, escoceses y, en menor medida, ingleses, en los que los resultados son muy similares a los obtenidos en su estudio. Entonces, el resultado no es algo particular de Irlanda.
Es cierto, la costa oeste de Gran Bretaña comparte las mismas características. Se dan otras características que podrían ser explicadas por la presencia romana durante 400 años o por otros contactos anteriores o posteriores. No es fácil conocer la razón de estas diferencias. Está la del idioma, ya que, mientras el inglés es una lengua germánica, las otras son lenguas celtas.
El estudio no se redujo al ADN humano. También se estudió el de algunos animales y plantas.
Investigamos el ADN de algunos animales para tratar de ver su procedencia y, en ciertos casos, vemos que provienen de la Península ibérica. Es el caso del madroño (Arbutus unedo) o algunas especies de ranas, de las que no se sabía cómo habían llegado a Irlanda. Pero si miramos a otras especies que son comunes tanto en Irlanda como en el continente, como las martas, los pequeños caballos de Kerry, los tejones... observamos que el ADN de estos animales en Irlanda y en Gran Bretaña son bastante diferentes y, observando a los especímenes en Irlanda, vemos que sus parientes más cercanos se encuentran en la Península ibérica.
Esto indica que, si bien los humanos de ambas islas comparten estructura genética, no ocurre lo mismo con ciertas especies animales.
Se cree que durante un largo periodo Gran Bretaña estuvo unida por tierra con el continente, de manera que muchas de las especies llegaron por tierra. Pero en el caso de Irlanda tuvieron que hacerlo en barco. Entonces la cuestión es por dónde llegaron y la respuesta parece ser que, en muchos casos, fue directamente desde el continente y bastante a menudo del suroeste del continente, en lugar de Gran Bretaña. Esto es otra indicación de que existía un contacto marítimo considerable.
¿La observación del mundo animal nos da más pistas del movimiento de personas que el ADN de los humanos?
Sí, es más claro, dado que especialmente en el caso de la genética humana se han dado constantes movimientos migratorios y cambios: ningún grupo ha permanecido estable. Es muy probable que nuestro genoma original sea anterior al desarrollo de la agricultura. Tanto en Irlanda como en el sur de Europa se da una característica que nos hace capaces de metabolizar la leche y esto no ocurre en muchas partes del mundo. En la Europa mediterránea hay gente que sólo puede tomarla transformada, como yogur o queso. En el norte de Europa, incluyendo Irlanda, la mayoría puede beberla, y es debido a un único gen, que debió de mutar tras el inicio de la agricultura. No hay ningún grupo que tenga una genética sin cambios. Lo que miramos son capas de la historia e intentamos buscar consistencia. Respecto a la relación con la costa atlántica, la relación no se reduce a un genoma, sino a varios, lo cual nos muestra una consistencia.