"Los habitantes de la pequeña nación de Kiribati han aceptado la desaparición inexorable de sus paradisíacas islas bajo las aguas del Pacífico a causa del cambio climático, y buscan un nuevo lugar en el que vivir.
Kiribati, un archipiélago compuesto por 33 atolones y una isla volcánica, es el hogar de unas 105.000 personas que en menos de medio siglo, si se cumplen las previsiones, será engullido por el océano.
El presidente del país, Anote Tong, ha anunciado que Kiribati desaparecerá y ha iniciado una gira internacional a fin de encontrar una nación de adopción para sus conciudadanos.
Tras lamentar que sólo el Gobierno neozelandés ha respondido a su petición de asilo para los kiribatíes, Tong no oculta su frustración ante un problema causado fundamentalmente por los grandes emisores de gas carbono.
"Los países poderosos envían a las naciones pobres una ayuda financiera que no sería necesaria si recortasen sus emisiones de gases", reprocha el mandatario.
El dirigente kiribatí asegura que los pequeños archipiélagos del Pacífico Sur sólo producen el 0,6 por ciento de la contaminación del mundo y, sin embargo, son ellos los que más pagan los daños del cambio climático.
Construir un dique temporal de refuerzo en las islas Gilbert, las más pobladas, costaría más del doble del Producto Interior Bruto (PIB) del país, el segundo más bajo del mundo en relación a los valores de paridad del poder adquisitivo, según datos facilitados por el Banco Mundial.
La visión apocalíptica del futuro de Kiribati no es nueva, en 1989, un informe de Naciones Unidas apuntaba que sería uno de los primeros países en ser devorado por el océano.
Diez años después, la profecía comenzó a hacerse realidad, cuando dos de sus islas deshabitadas desaparecieron bajo las aguas.
Tebua y Abanuea, que irónicamente significa "la playa que más tiempo permanece", fueron las primeras víctimas del paulatino pero constante aumento del nivel del mar.
Incluso el Gobierno de la vecina Vanuatu, evacuó entonces a los habitantes de las islas de menor altura por precaución, pero la tierra permaneció allí por encima del océano.
Los países de la zona ya han comenzado a alertar sobre la situación y los medios de comunicación se preguntan quién será el próximo, dando por hecho que, aunque unas décadas más tarde, todas las pequeñas naciones del Pacífico Sur tendrán que afrontar el mismo problema.
La Conferencia Ministerial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de la región Asia-Pacífico llevada a cabo en septiembre de 2000 en la ciudad de Kitakyushu (Japón) concluyó que la mayoría de los archipiélagos del Pacífico eran vulnerables a la subida del nivel del mar.
Los mayores problemas que presentan estas naciones son que las viviendas, campos de cultivo y las infraestructuras están concentradas en las zonas costeras, las más expuestas.
No obstante, los científicos que participaron en el foro consideraron una tarea complicada determinar la gravedad del problema que no puede calcularse sólo por la velocidad a la que se derriten los polos ni por el aumento de la temperatura de las aguas de los océanos.
Las estimaciones del Programa de Medio Ambiente de la región del Pacífico Sur apuntan a que en el próximo siglo el nivel del mar habrá subido medio metro y a que el proceso no se frenará en ese punto, ya que el aumento observado en la actualidad es fruto del calentamiento provocado hace varios lustros."
p.d. En la siguiente entrada continuaré con una reflexión sobre esta noticia.
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