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En el oeste de Asturias, un concejo llamado Taramundi hace su aparición. Los primeros vestigios de su historia nos remontan a la prehistoria, como dan fe las numerosas madornas o monumentos tumulares. Durante la Edad del Hierro, cabe remarcar la presencia de castros, cuyo esplendor se dio sin duda en época romana. De esta época también datan los restos de explotaciones mineras, firadas. Ya en la Edad Media, fue conquistado por los árabes y rápidamente reconquistado por los reyes asturianos, pasando a formar parte así de la corona de Oviedo.
En época de Felipe II, se forzó a la iglesia local a entregar sus bienes a la corona española. Fruto de esta desamortización, fue la redención del concejo por sus vecinos, quedando como concejo libre integrado en el partido judicial de Castropol en 1584. Durante el siglo XVIII, la industria metalúrgica que posteriormente explicaré cobró importancia, tal y como atestiguan los abundantes mazos repartidos por la comarca. Con la llegada de la industria y la metalurgia moderna, la fabricación de utensilios del hogar fue abandonada para así centrarse en la fabricación de navajas y cuchillos que tanto caracterizaba (y caracteriza) a la zona.
Lindando con Galicia, es una zona culturalmente y paisajísticamente particular, impregnada de bosques y bañada por ríos, donde las casas rurales están fabricadas de piedra con tejados de pizarra. Como viene siendo lógico, los tejados de pizarra son una muestra de la abundancia de este tipo de materiales en la comarca. Además de estos materiales, cuarcitas y calizas destacan por su abundancia.
El concejo posee una forma ovalada y su frontera está definida por numerosas sierras: cotos de Guiar al Norte, sierra de Piedrafita y sierra de Ouroso al este, sierra de Sendiña al sudeste, sierra de Teixedais al sudoeste... Dentro del concejo, destaca la sierra de Eirua. Todas estas sierras poseen alturas intermedias, desde los 600 m hasta los 1033. Todas estas sierras dan lugar a una red hidrográfica densa y caudalosa, donde el clima en invierno se hace ligeramente más duro por su mayor lejanía de la costa. Como es habitual en el norte peninsular, abedules, robles, castaños, pinos y eucaliptos son muy comunes (estos dos últimos plantados por el hombre); en cuanto a la fauna, cabe remarcar las truchas.
Como es habitual en el resto de España, esta zona de carácter rural ha sufrido un desploblamiento muy acusado: a principios del s.XX por la masiva emigración hacia las Américas y hacia mitad de siglo por el éxodo rural (migración del campo a la ciudad). El aspecto más negativo de la emigración es que normalmente era practicada por gente joven, en general con estudios, que dejaron a la población autóctona muy envejecida y sin posibilidad de recuperarse del despoblamiento (fuga de cerebros). Actualmente, se aprecia una esperanza por un ligero recuperamiento gracias a la gran apuesta hacia el turismo rural.
El sector primario supone más de la mitad del empleo del concejo, si bien es cierto que ha ido perdiendo fuerza. Destaca el ganado vacuno para producción tanto de carne como de leche. El sector secundario ocupa a un 20 % de la población, especialmente debido a la gran importancia de la artesanía en la zona. Además, la potenciación de los productos de la zona ha repercutido en un impulso a la industria alimenticia. El sector terciario ocuparía a una cuarta parte de la población, y se halla en auge gracias al turismo rural.
Ya hemos mencionado la artesanía, pero este concejo requiere una explicación más profunda en este ámbito. La manipulación del hierro ha tenido gran importancia en la zona desde hace mucho tiempo. Hasta hoy perduran los ingenios hidráulicos que se construyeron en el siglo XVIII para dar energía a la industria de la cuchillería (son muy típicos los cuchillos con mangos de madera de boj). Para su fabricación, estos ingenios hidráulicos ya mencionados aprovechaban la energía del agua para hacer funcionar una fragua o una central hidroeléctrica. Posteriormente, con un mazo, daban forma al cuchillo. Todos estos inventos pueden visitarse hoy en día y siguen funcionando a la perfección.
En cuanto a la gastronomía, destaca su sidra elaborada en un lagar local, así como el queso de Taramundi, elaborado con leche cruda de vaca. A veces, incluyen avellana y nueces en el queso. Otros productos también son bastante preciados, como es el caso de la miel.
El sector primario supone más de la mitad del empleo del concejo, si bien es cierto que ha ido perdiendo fuerza. Destaca el ganado vacuno para producción tanto de carne como de leche. El sector secundario ocupa a un 20 % de la población, especialmente debido a la gran importancia de la artesanía en la zona. Además, la potenciación de los productos de la zona ha repercutido en un impulso a la industria alimenticia. El sector terciario ocuparía a una cuarta parte de la población, y se halla en auge gracias al turismo rural.
Ya hemos mencionado la artesanía, pero este concejo requiere una explicación más profunda en este ámbito. La manipulación del hierro ha tenido gran importancia en la zona desde hace mucho tiempo. Hasta hoy perduran los ingenios hidráulicos que se construyeron en el siglo XVIII para dar energía a la industria de la cuchillería (son muy típicos los cuchillos con mangos de madera de boj). Para su fabricación, estos ingenios hidráulicos ya mencionados aprovechaban la energía del agua para hacer funcionar una fragua o una central hidroeléctrica. Posteriormente, con un mazo, daban forma al cuchillo. Todos estos inventos pueden visitarse hoy en día y siguen funcionando a la perfección.
En cuanto a la gastronomía, destaca su sidra elaborada en un lagar local, así como el queso de Taramundi, elaborado con leche cruda de vaca. A veces, incluyen avellana y nueces en el queso. Otros productos también son bastante preciados, como es el caso de la miel.
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