Author: Xabi Otero
•2:22 PM
Hoy nos trasladamos hasta EE.UU para disfrutar de un grupo de actualidad. La canción que os pongo hoy me llamó desde la primera vez que la oí, sobre todo por la batería. Además, el baile que acompaña el videoclip también me gustó, porque era una especie de vals (normalmente asociado con un compás 3/4) asociado a un compás 4/4. Quizás la primera vez no entre, pero a la segunda ya se le coge cariño a la canción.


All the right friends in all the wrong places
So yeah, we're going down
They got all the right moves in all the right faces
So yeah, we're going down

Just paint the picture of a perfect place
They got it better than what anyone's told you
They'll be the King of Hearts, and you're the Queen of Spades
Then we'll fight for you like we were your soldiers

I know we've got it good
But they got it made
And the grass is getting greener each day
I know things are looking up
But soon they'll take us down,
before anybody's knowing our name.

They got all the right friends in all the right places
So yeah, we're going down
We've got all the right moves and all the wrong faces
So yeah, we're going down
They said, everybody knows, everybody knows where we're going
Yeah, we're going down
They said, everybody knows, everybody knows where we're going
Yeah, we're going down

Do you think I'm special?
Do you think I'm nice?
Am I bright enough to shine in your spaces?
Between the noise you hear
And the sound you like
Are we just sinking in an ocean of faces?

It can be possible that rain can fall,
Only when it's over our heads
The sun is shining everyday, but it's far away
Over the world is death.

They got,
They got,
All the right friends in all the wrong places
So yeah, we're going down
They got, all the right moves and all the wrong faces
So yeah, we're going down

They said, everybody knows, everybody knows where we're going
Yeah, we're going down
They said, everybody knows, everybody knows where we're going
http://www.elyricsworld.com/all_the_right_moves_lyrics_one_republic.html
Yeah, we're going down

It don't matter what you see.
I know I could never be
Someone that'll look like you.
It don't matter what you say,
I know I could never face
someone that could sound like you.

All the right friends in all the wrong places
So yeah, we're going down
They got all the right moves and all the right faces
So yeah, we're going down

All the right friends in all the wrong places
So yeah, we're going down
They got all the right moves and all the right faces
So yeah, we're going down

They said, everybody knows, everybody knows where we're going
Yeah, we're going down
They said, everybody knows, everybody knows where we're going
Yeah, we're going down.

Yeah, we're going down.
Yeah, we're going down.

(All the right moves, hey)
Yeah, we're going down
(All the right moves, hey)
Yeah, we're going down


Author: Xabi Otero
•9:34 AM
Selene era hija de los titanes Hiperión y Tía, y era la diosa de la luna. En ocasiones se la identifica con Ártemis, la cazadora virgen y hermana del dios del sol, Apolo. Pero, a diferencia de Ártemis, Selene disfrutaba visiblemente de la compañía de los hombres y no era virgen. Una noche miró hacia abajo y vio a un joven muy apuesto durmiendo en una cueva.

Era Endimión, hijo de Zeus y de la ninfa Cálice, y Selene lo adoptó como amante. Se dice que tuvieron 50 hijos, un dato que sugiere que él vivió muchos años en su compañía, pero también se dice que él yace sumido en un sueño perpetuo y que jamás envejece, que conserva la belleza del joven del que ella se enamoró a primera vista. ¿Era su sueño un castigo, impuesto por el rey de los dioses, Zeus, debido a que la belleza del mortal podría haber tentado a su esposa Hera, o bien se trataba de una ofrenda de Selene, quien deseaba mantenerlo eternamente joven y hermoso? ¿Fue Endimión quien pidió vivir sumido en ese sueño atemporal para evitar la vejez, o bien fue el método por el que optó la diosa para impedirle hacer el amor de forma apasionada? Después de dar a luz a 50 hijos, tal vez sencillamente se sintiera demasiado cansada para seguir quedándose encinta de forma indefinida.

Sea cual sea la verdad, se dice que Endimión sigue sumido en un plácido sueño, acariciado por la dulce luz de la luna.
Author: Xabi Otero
•2:13 PM
Ayer tuve el gran placer de asistir al concierto de The Wailers, el que fue grupo Bob Marley en su día. A pesar de que ya sólo quedaba un componente del grupo original, sin duda fue un concierto muy bueno y además, recordamos las canciones que llevaron al grupo jamaicano a la fama. Hoy pongo una de sus canciones, que sin duda todo el mundo conocerá.


I wanna love you and treat you right;
I wanna love you every day and every night:
We'll be together with a roof right over our heads;
We'll share the shelter of my single bed;
We'll share the same room, yeah! - for Jah provide the bread.
Is this love - is this love - is this love -
Is this love that I'm feelin'?
Is this love - is this love - is this love -
Is this love that I'm feelin'?
I wanna know - wanna know - wanna know now!
I got to know - got to know - got to know now!

I-I-I-I-I-I-I-I-I - I'm willing and able,
So I throw my cards on your table!
I wanna love you - I wanna love and treat - love and treat you right;
I wanna love you every day and every night:
We'll be together, yeah! - with a roof right over our heads;
We'll share the shelter, yeah, oh now! - of my single bed;
We'll share the same room, yeah! - for Jah provide the bread.

Is this love - is this love - is this love -
Is this love that I'm feelin'?
Is this love - is this love - is this love -
Is this love that I'm feelin'?
Wo-o-o-oah! Oh yes, I know; yes, I know - yes, I know now!
Yes, I know; yes, I know - yes, I know now!

I-I-I-I-I-I-I-I-I - I'm willing and able,
So I throw my cards on your table!
See: I wanna love ya, I wanna love and treat ya -
love and treat ya right.
I wanna love you every day and every night:
We'll be together, with a roof right over our heads!
We'll share the shelter of my single bed;
We'll share the same room, yeah! Jah provide the bread.
We'll share the shelter of my single bed


Author: Xabi Otero
•12:23 AM
Eos, hija de los titanes Hiperión y Tía, era la diosa del amanecer. Los poetas alababan sus dedos rosados porque coloreaban el cielo y los disponían para que el carro del dios del sol emergiera en su camino diario. Eos dio a luz a los cuatro vientos: al Viento del Norte, Bóreas, al Viento del Este, Euro, al Viento del Oeste, Céfiro, y al Viento del Sur, Noto. El padre de todos ellos era Astreo (cuyo nombre en griego significa "estrellado").

Todas las mañanas, Eos bajaba la mirada al mundo de los mortales y se fijaba especialmente en los jóvenes más apuestos. Su primer amante fue Ares, pero la diosa Afrodita se sintió muy celosa porque lo consideraba suyo, y castigó a Eos con un apetito insaciable de hombres jóvenes. Entre ellos, Eos vio y deseó a Clitio y se lo llevó a su palacio para pasar un rato con él. Clitio disfrutó de la compañía de la diosa, pero Céfalo tuvo menos suerte. Era hijo de Hermes y Herse, y estaba felizmente desposado con la princesa de Atenas, Procris. Céfalo se encontraba ausente, de caza, cuando Eos reparó en él y empezó a anhelar su amor. Le dijo que su esposa le era infiel y, para demostrar que lo que decía era cierto, lo envió disfrazado donde estaba Procris, para tentarla con suculentos regalos.Procris accedió pronta a compartir su lecho con el extraño, momento en el que Céfalo se mostró en su verdadera identidad. Procris huyó a Creta, avergonzada, y Ártemis la aceptó como dama de compañía en la caza, aunque obviamente no era virgen. La diosa incluso le entregó una lanza que siempre acertaba en el objetivo y también un perro que corría raudo como el viento. El esposo de Procris fue amante de Eos durante un tiempo, pero acabó regresando al mundo de los mortales.

Céfalo se encontraba cazando una vez más cuando conoció a una extraña mujer. Era su esposa, Procris, pero no la reconoció. Vio que su perro corría raudo como el viento y que tenía una lanza que acertaba en el objetivo siempre que la lanzaba, y deseó poseer ambos. Céfalo le ofreció a la mujer yacer con ella si a cambio le regalaba el perro y la lanza. Procris se echó a reír y le confesó quién era. Céfalo, abochornado, se ruborizó y le suplicó perdón. "Perdonémonos mutuamente -repuso ella-, puesto que cada uno de nosotros ha traicionado al otro de igual modo". Céfalo y Procris se reconciliaron y convivieron felices un tiempo.

Pero Procris era una mujer celosa y cuando supo que su esposo gritaba "Aura" cuando salía a cazar, interpretó que invocaba a alguna ninfa para yacer con ella. Sin embargo, lo único que él hacía era invocar a la brisa, aura en griego, para que le refrescara. Procris se escondió entre los arbustos para sorprender a su esposo con las manos en la masa y en el momento en que Céfalo pasó corriendo por su lado con sus sabuesos, ella hizo ruido con el follaje. Él creyó que se trataba de algún animal salvaje allí oculto y arrojó la lanza que nunca erraba el blanco. En esa ocasión, atravesó el corazón de Procris. Céfalo había matado a su esposa con su propia lanza.

Hay quien afirma que ésta fue la venganza de Ártemis contra ambos por trocar sus regalos a fin de comprar favores sexuales.

Titono fue otro de los amantes de Eos. Era joven y apuesto, y Eos estaba tan prendada de él que pidió a Zeus que le concediera la inmortalidad. Zeus accedió, pero, a medida que transcurrían los años, el amante inmortal de Eos empezó a mostrarse envejecido, menos lozano y enérgico, y más delgado y frágil. La diosa había olvidado pedirle a Zeus que concediera a su amado Titono la eterna juventud. Le suplicó que se la devolviera, pero la única concesión que recibió a cambio fue transformar al anciano en una cigarra. Era un concesión burlona, puesto que las cigarras renuevan su cuerpo todos los años al mudar su piel. Titono podía entonces renovar indefinidamente su forma de cigarra, pero jamás podría desprenderse de su edad humana para recuperar la juventud.
Author: Xabi Otero
•10:41 PM
Ártemis era una diosa virgen que no disfrutaba con la compañía de los hombres. Ella y sus muchas acompañantes vírgenes, ninfas de los árboles, las montañas y los arroyos, vivían juntas en los bosques, y su deporte predilecto era la caza de animales salvajes. Cuando se sentían sofocadas y fatigadas por la caza, se refrescaban bañándose en una charca, en el valle de Gargafia.

Un día muy caluroso, un cazador se perdió en el bosque. Acteón era un príncipe, nieto de Cadmo, fundador de la ciudad de Tebas, pero su sangre real no disuadió a la diosa de vengarse cruelmente de él en cuanto éste se internó en Gargafia. Una de las ninfas de Ártemis la aseaba en las frescas aguas de la charca, mientras otra le recogía el pelo y una tercera esperaba en la orilla con el manto y las sandalias. El resto de las damas de compañía se bañaban para quitarse el polvo y la tierra que se les había adherido en la sesión de caza de la mañana. Todas ellas estaban desnudas, como la diosa.

Las ninfas chillaron, consternadas y furiosas, al descubrir que un hombre las observada en toda su desnudez. Ártemis se puso en pie, iracunda, mientras las ninfas se apresuraban a cubrirla con sus propios cuerpos. Habían dejado apartados su arco y sus felchas, para protegerlos de las salpicaduras del baño. En ese momento la diosa anhelaba tenerlos en las manos para matar al intruso de inmediato.

Sin embargo, los dioses disponían de otros métodos para castigar a los seres humanos. Ártemis tomó agua entre las manos y la arrojó a la cabeza y al cabello de Acteón, al tiempo que decía: "Ahora, ve y cuéntale al mundo, si acaso puedes, qué se siente al ver a la diosa de la caza sin ropa." El agua le cayó en la frente, donde empezaron a brotarle sendos cuernos. El cazador cayó al suelo con los brazos extendidos para amortiguar la caída; pero, en lugar de manos humanas, lo que topó contra la tierra fueron unas pequeñas y afiladas pezuñas. Al mismo tiempo, sus brazos empezaron a transformarse en patas largas y delgadas, semejantes a sus nuevas extremidades inferiores. Se había convertido en un venado.

Como hombre, Acteón se había sentido atemmorizado por la diosa y sus ninfas, pero como venado todo le aterraba.Echó a correr, llorando, sin saber adónde dirigirse para pedir ayuda. De pronto, oyó gañidos de sabuesos. Sus propios perros habían percibido el olor que desprendía y se precipitaban ansiosos hacia él. "Melampus - intentó gritar -. Ichnobates, Dromas, Laelaps... Soy vuestro amo, Acteón". Pero no consiguió articular palabra. Los perros se abalanzaron sobre él, lo derribaron y empezaron a desgarrarle la carne. Algunos miraron a su alrededor, sorprendidos de que su amo no estuviera con ellos azuzándolos. Entonces aparecieron los amigos de Acteón, gritando su nombre e invitándole a sumarse a ellos, mientras él yacía a sus pies, desangrándose. Nadie cayó en la cuenta, hasta que fue demasiado tarde, de que aquela magnífico venado cuyas astas se llevaban a casa como trofeo era su amigo y líder, el príncipe de Tebas.
Author: Xabi Otero
•8:39 PM
Al igual que otros dioses del Olimpo, Atenea no toleraba la menor insolencia por parte de los seres humanos. De todos los dioses, ella era quien más valoraba y fomentaba la inteligencia humana, pero cuando su alumna Aracne empezó a alardear de que las manos de Atenea no eran más hábiles que las suyas tejiendo, la diosa apenas dio crédito a lo que oía. Atenea fue a ver a Aracne disfrazada de anciana y la incitó a hablarle de su destreza para tejer, con la única intención de descubrir el alcance de la presunción de la joven. Ésta aseguró haber sido autodidacta en todos los trucos del oficio y alardeó una vez más de ser capaz de vencer a Atenea en una competición. Atenea se quitó el disfraz y se mostró entonces domo diosa, pero Aracne no se disculpó ni admitió haber dicho nada que fuera mentira. Por el contrario, se sentó al telar, cogió la lanzadera y se dispuso a tejer historias de dioses y mortales.

Atenea hizo lo propio. Su telar ilustraba la historia de la competición que había mantenido con Posidón para decidir quién sería el dios de una ciudad griega que hasta el momento carecía de nombre. Atenea retrató a los habitantes de su ciudad anónima congregados en la ciudadela, contemplando lo que ambos dioses les ofrecían y decidiendo por cuál de ellos votarían. Para ganarse el favor de sus súbditos, Atenea había dado vida al primer olivo en la ciudad, mientras que Posidón les había otorgado un milagroso manantial, al que había ubicado en las alturas rocosas de su acrópolis. Todos los hombres miraban con interés el agua y reconocían lo útil que sería en épocas de sequía, y todas las mujeres alababan al olivo, sabiendo de las múltiples aplicaciones domésticas que tendría. Tal y como había sucedido en el concurso real, en el dibujo de la tela las mujeres superaban por uno el número de hombres. Atenea no se molestó en tejer su victoria, puesto que todo el mundo sabía que había ganado por un voto y que la ciudad se llamó Atenas en su honor.

Aracne estaba demasiado arrebatada por el orgullo y la insolencia para tener en consideración la advertencia implícita en el telar de la diosa: la demostración de que Atenea siempre gana. Lo interpretó más como un desafío que como una amenaza, y respondió tejiendo las numerosas historias de engaños de los dioses y mostrando cómo cambiaban de forma para seducir a las mujeres mortales.

Cuando los tapices estuvieron terminados, nadie conseguía decidir cuál de los dos era el mejor. Atenea destrozó el telar de la joven y empezó a golpearla con la lanzadera de madera. Desesperada, Aracne agarró una cuerda y se la anudó alrededor del cuello; luego buscó con la mirada alguna viga en el techo desde la cual colgarse. "Cuélgate si así lo deseas -le dijo Atenea-; no conseguirás morir así, ni tampoco tus hijos, ni los hijos de tus hijos. Sufrirás por tu insolente locura el resto de tu vida." Golpeó una vez más a Aracne, y entonces el cuerpo de la joven empezó a menguar y menguar hasta que su cabeza pareció estar a punto de desaparecer. Sin orejas, ni pelo, ni nariz..., tan sólo con estómago y patas, Aracne se transformó en una araña, y todavía hoy puede verse a sus muchos descendientes de ocho patas en los rincones de los techos, tejiendo sus intrincadas telarañas con el más fino de los hilos.
Author: Xabi Otero
•10:15 AM
Gaur tokatzen zait egitea orain irakurri berri dudan liburu bati buruzko kritika. Liburu hau maiz agertu da blog honetan azken bolada honetan eta bere izena "Bizkarrean tatuaturiko mapak" da, Harkaitz Cano idazleak idatzita.

Liburu hau oso ezberdina da, irakurri ditudan guztiekin konparatuz. Hiri askoren istorioak kontatzen ditu, baina hiri bakoitzean ez die erreparatzen betiko kontuei. Beste istorio bereziagoak kontatzen ditu, beraz, oso bitxia da. Gainera, batzuetan aholku batzuk eskaintzen ditu, interesgarriak izan daitezkeenak bertara bidaiatzeko orduan.

Bestetik, alde txar bat atera behar diot. Batzuetan konplexuegia egiten da, ez hizkuntza aldetik (hiztegi oso aberatsa erabiltzen duen arren), baizik eta edukia bera ulertzeko nahiko zaila izan daitekeela, egoera ezagutzen ez baldin baduzu. Horregatik, batzuetan bi aldiz edo gehiagoz irakurri behar izan dut pasarte bera eta ia berdin geratu naiz. Baina hori konpon daiteke informazioa bilatuz gero eta liburu honek daukan alde ona da informatzera bultzatzen zaituela, pasarte batzuk ulertu ahal izateko.

Beraz, berriro erakutsi behar dut nire admirazioa Harkaitz Cano-rekiko. Benetan idazle ona da, oso estilo berezian idazten duena, informazio egokia soilik idazten duena, irakurtzearen bidez bidaiarazten duena, etab. Orduan, gomendatzen dut bai liburu hau, bai aspaldian irakurritakoa (Piano baten gainean gosaltzen), oso inpresio onarekin geratu bainaiz.