Author: Xabi Otero
•10:17 AM
Tras haber querido dejar de lado las lecturas sobre la Grecia antigua, inconscientemente he leído un librito sobre la geografía en el mundo antiguo (centrado sobre todo en la Grecia y Roma antiguas).

Bien, primero situar este libro como uno de los "Cuadernos de Historia", esa serie histórica que goza de una considerable fama.

En primer lugar, quiero comentar que tener una base sobre la forma de hacer geografía en el mundo antiguo debería ser indispensable a la hora de estudiar geografía o historia. Sin embargo, la propia experiencia me dice que no es así; es cierto que determinados contenidos del libro me eran conocidos (o cuanto menos familiares), pero la vasta mayoría no.

Esto me lleva a afirmar una reflexión que desde hace varios años defiendo: no se pueden separar tanto la geografía y la historia. Antiguamente, formaban juntas una carrera, pero tendemos hacia una cada vez más pronunciada especialización en un determinado tema, cuando la realidad nos muestra que todas las fuentes de conocimiento están relacionadas entre sí de un modo u otro. En el caso de la historia y la geografía, esa relación es sumamente importante (sobre todo en temas de geografía humana): analizar una pirámide de población requiere recurrir a hechos históricos que lo expliquen, analizar un mapa cartográfico de una determinada época precisa de una explicación del contexto histórico de la misma, los cambios en el clima han repercutido en diferentes hechos históricos (a propósito de esto, estoy leyendo otro número del cuadernillo de historia, del cual haré mi crítica cuando lo termine), etc.

Cuando fui a la librería a comprar este libro (más el relativo a los climas que ya he mencionado), la dueña me dijo: "No sabía muy bien dónde colocarlos, si en la sección de historia, o la sección de geografía. Al poner cuadernillos de historia desde siempre fue colocado en la sección histórica, pero me alegra que al haberlo puesto en el ámbito geográfico hayas sido capaz de encontrarlo."

Así debería ser esta carrera. Es cierto que en tan pocos años hay muchas áreas que estudiar, pero no podemos dejarlas completamente de lado (solamente he tenido una asignatura de historia, y exclusivamente de historia económica; y con la reforma de Bolonia más de lo mismo).

Dejando esta crítica de lado y como apasionado que soy de la Edad Antigua, este libro asienta unas bases históricas necesarias para entender la evolución del conocimiento geográfico. Es cierto que en ocasiones se queda muy escaso (con algunas ideas colgando), pero siempre puede servir como punto de partida gracias al cual cada uno puede profundizar en aquellos aspectos que sean de su interés.

P.d. En este caso, he hablado de la necesidad de relacionar geografía e historia; pero la geografía, como bien es sabido por aquellos estudiantes de esta carrera, tiene multitud de similitudes con otras ciencias: biología, geología, física, química, lenguas... Por lo tanto, dejemos de centrarnos tanto en un sólo aspecto para intentar (en la medida de lo posible) abarcar otros campos del saber que son imprescindibles para entender nuestra propia ciencia.
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1 comentarios:

On March 8, 2011 at 10:55 AM , Cristian M.C. said...

Creo que la unión de geografía e historia es lógica, pues determina la facilidad de un pueblo a ser conquistado, sus recursos, sus relaciones con el resto, el carácter...

Me reafirmo en que los antiguos, para los escasos medios tecnológicos que disponían, eran mucho más inteligentes que el ser humano contemporáneo.

;)