Author: Xabi Otero
•1:00 PM
En la siguiente isla había un puente de cristal donde una bella dama residía. Al ver a los marineros, ésta hizo sonar una campana que les sumió a todos en un profundo y pacífico sueño. Lo mismo ocurrió durante varios días y un buen día, los navegantes le pidieron ser la pretendiente de su jefe. Ella rechazó educadamente, pero le volvieron a insistir y ella prometió pensárselo. Al día siguiente todos aparecieron en el barco y la isla no volvió a ser avistada.

Dejando de lado una isla donde los pájaros hablaban con voces humanas, desembarcaron en un cercano islote habitado por un ermitaño. Era irlandés y la isla la creó él por medio de césped que trajo de su tierra natal, la cual fue creciendo año tras año. En ella vivían pájaros también, que eran las almas de sus hijos y que se encargaban de traerle comida al ermitaño. Decidieron quedarse varios días allí.

La siguiente isla tenía como pobladores a varios herreros gigantes que esperaban con ansia la llegada de los viajeros para poder comérselos. Máel Dúin descubrió sus intenciones y pudieron escapar sanos y salvos. En su próximo destino, vivía un pastor de bueyes con su rebaño, pero también habitaba un gran monstruo que moraba en los árboles y estaba preparado para saltar sobre su presa, así que decidieron no desembarcar allí. En la siguiente isla, los habitantes los tomaron por piratas o asaltantes, así que comenzaron a arrojarles nueces. Decidieron no quedarse allí, pero recopilaron gran cantidad de nueces como futuro alimento.

Llegaron entonces a una isla donde el agua atravesaba la isla de lado a lado formando un arco o arcoiris. Comprobaron que podían pescar desde aquel arco y recopilaron gran cantidad de salmones (símbolo del conocimiento para los celtas). En el medio del océano, posteriormente, hallaron un gran pilar rodeado de una enorme red, cuya malla era tan ancha que el barco pudo atraversarla. Uno de los marineros, Diurán, decidió cortar un trozo de la red para llevar a Irlanda una prueba de lo que estaban presenciando, y así después poder depositarlo en la capilla de la iglesia de Armagh.

En la siguiente isla, había un palacio en el centro, donde vivía una bella reina, cuyo marido había muerto. Además, la reina les comentó que en aquella isla no se podía envejecer ni caer enfermo, por lo que pasaron tres meses allí, durante los cuales la reina tuvo un romance con Máel Dúin. El caso es que los marineros querían volver a su tierra natal, muy al pesar de Máel Dúin, por lo que todos partieron de ese magnífico reino. Sin embargo, la reina lanzó un trozo de hilo a Máel Dúin, quien lo agarró, de tal manera que la reina los arrastró nuevamente al barco. Siguió haciendo lo mismo hasta que les obligó a permanecer allí por nueve meses más. Hartos de la reina, decidieron salir y cuando Máel Dúin agarró el hilo, Diurán le cortó la mano, de modo que por fin pudieron escapar de allí.

La próxima isla estaba ocupada por extraños árboles de frutos irreconocibles. Máel Dúin los probó y quedó sumido en un profundo sueño que se alargó hasta el día siguiente. Cuando despertó, dijo que no había comido frutos tan deliciosos anteriormente, por lo que todos los probaron. Más tarde, realizaron una mezcla de esos frutos con agua, para rebajar su poder adormilante.

En la siguiente isla, encontraron otro ermitaño que decía estar de peregrinación y permitió a los viajeros coger tantas provisiones como quisieran. A la mañana siguiente, presenciaron como dos jóvenes pájaros desplumaban a uno más viejo. Una vez finalizada dicha acción, el pájaro anciano se bañó en el lago y salió de él totalmente rejuvenecido y fortalecido. Así, Diuran decidió probar suerte y bañarse en el lago, tras lo cual permaneció joven y sano para el resto de su vida.

La próxima isla estaba ocupada por una pequeña ciudad, donde una muchedumbre de gente reía y se lo pasaba en grande . Se decidió que el tercer hermanastro de Mále Dúin exploraría la isla, pero al igual que ocurrió con los otros hermanos, no pudo abandonar su nuevo círculo y tuvieron que dejarlo atrás.

Encontraron después otro ermitaño, que les contó la siguiente historia:

Originario de la isla de Tory, trabajaba de cocinero en un monasterio, donde robó varios artefactos lujosos. Un día, tenía que enterrar el cuerpo de un pecador, y oyó una voz que le decía que no podía enterrarlo junto a los cuerpos de hombres sagrados. Lo enterró lejos del cementerio y construyó un curragh para sí mismo, y trató de navegar con todos los tesoros robados, pero una tormenta lo desvió y se perdió. Entonces, vio a un hombre de pie sobre el agua cuya voz era la misma que le había hablado en el cementerio. Ese hombre le explicó al ladrón que estaba siendo castigado por todos sus pecados y que si no hacía lo que el hombre sagrado le decía, acabaría en el infierno atormentado de por vida. Así pues, se deshizo en primer lugar de todos los objetos robados y recibió a cambio siete trozos de tarta y una copa de suero acuoso. Llegó a una roca, en la cual se subió y comenzó a crecer en altura. Allí sobrevivió durante siete años con lo recibido más el salmón y la leña que le traía una nutria a diario. Más tarde, la nutria dejó de traerle comida, pero siguió recibiendo a diario media tarta, un filete de pescado y una cerveza. El ermitaño pasó el tiempo rezando y haciendo penitencia por sus pecados y crímenes cometidos y así la roca creció hasta convertirse en una isla.

El ermitaño les dio a los viajeros la misma cantidad de comida todos los días y les comentó que regresarían sanos y salvos a Irlanda si Máel Dúin perdonaba al asesino de su padre.

Días después observaron un halcón típico de Irlanda, por lo que lo siguieron para retornar a su patria. Así, llegaron a la isla donde vivía el asesino del padre de Máel Dúin. El viajero perdonó al asesino y este último les preparó a todos una fiesta, a la vez que les obsequió a cada viajero con un regalo.

El fabuloso viaje de Maedlun es, sin duda, el modelo de lo que será más tarde el viaje de Bran y luego, según el cristianismo, el de San Brandán, cuyo nombre oculta tan poco a los dioses y héroes celtas.




Fuentes:

FUTTHARK, R. Historias misteriosas de los celtas.
http://www.timelessmyths.com/celtic/voyages.html
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1 comentarios:

On July 4, 2012 at 2:31 PM , Anacruso said...

Jo, yo quería sangre!! :P